El 3 de julio se celebra el Día Internacional Libre de Bolsas
Esta celebración nació en el 2011, para concienciar sobre la necesidad de reducción de las bolsas de plástico de un solo uso y fomentar el consumo responsable.
Afortunadamente, crece en el mundo la conciencia sobre la necesidad de eliminar por completo el uso de bolsas de plástico, un material altamente contaminante de difícil degradación, y aún muy extendido en su uso. Es por eso que organizaciones como Amigos de la Tierra, Gaia, Zero Waste, la Fundación Catalana para la Prevención de Residuos y Consumo Responsable y otras asociaciones celebran Día Internacional sin bolsas de plástico de un solo uso, con el lema, «La bolsa o la vida».
En pocas generaciones hemos pasado de que nuestras abuelas usasen una cesta de mimbre o un carrito durante años a consumir una media de 238 bolsas de plástico al año por persona, lo que representa más de 500 billones de bolsas en el mundo. Estas bolsas tienen una vida media de 20 minutos, que luego van a parar a vertederos o incineradoras, o terminan abandonadas en un espacio natural, contaminando, ya que este tipo de bolsas tardan al menos 150 años en descomponerse.
Antiguamente los alimentos y mercancías se transportaban en bolsas de telas, canastas de mimbre o cajas de cartón o madera. Sin embargo en los años 60 y 70 comenzó a popularizarse el uso de la bolsa de plástico, llegando a un punto en el que se nos ha ido de las manos su producción y utilización, generando graves problemas en el planeta. Está claro que a veces la humanidad toma decisiones que nos hacen involucionar, y esta, sin duda, es una de ellas.
Algunos países, como Francia e Italia ya han prohibido la producción de bolsas de plástico y han reducido notablemente su consumo. Otros países como Reino Unido, Portugal y Suecia han optado por aplicar impuestos sobre el uso de las bolsas, y en otros países como Finlandia o Alemania los establecimientos han establecido acuerdos voluntarios.
A los océanos llegan cerca de 12 millones de toneladas de plásticos cada año. Estos residuos suponen una grave amenaza para las especies marinas y sus hábitats. Uno de cada seis peces que se venden en las pescaderías contiene microplásticos en sus estómagos. El plástico ya ha entrado en la cadena trófica.
Según datos de Greenpeace, la producción mundial de plásticos se acercará en 2020 a los 500 millones de toneladas.
Son incuestionables los impactos ambientales asociados al excesivo consumo de bolsas de un solo uso, ya que supone un consumo innecesario de recursos limitados, como son, por ejemplo, el petróleo o la energía utilizada para fabricarlas y distribuirlas. Por ello, el Día Internacional Libre de Bolsas se propone lo siguiente:
– Reducir de forma efectiva el consumo de bolsas de un solo uso.
– Optar por un consumo responsable, donde la función principal del envase sea con sistemas de larga duración o reutilizables.
– Reivindicar que los gobiernos ordenen normativas y medidas ambientales para hacer posible la reducción efectiva de las bolsas, y actuaciones de sensibilización y comunicación ambiental, y no dependan de la voluntad del sector comercial y los consumidores.
– Fomentar medidas disuasorias del consumo de bolsas como la incorporación de su coste ambiental.
– Informar para que la ciudadanía, las entidades sociales y el sector comercial apuesten por este cambio cultural y ambiental, y pidan a sus gobiernos, administraciones, sector comercial… que apuesten por estas medidas de prevención de la contaminación y de residuos.