El Día Mundial del Agua se celebra anualmente cada 22 de marzo a fin de llamar la atención sobre la importancia de los recursos de agua dulce del planeta y de fomentar su gestión sostenible.
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) de 1992, se recomendó celebrar un día internacional dedicado a los recursos de agua dulce. La Asamblea General de las Naciones Unidas respondió mediante la designación del día 22 de marzo de 1993 como el primer Día Mundial del Agua.
Cada año, el Día Mundial del Agua hace especial hincapié en un aspecto específico de los recursos hídricos.
El derecho al agua
En 2010, las Naciones Unidas reconocieron que “el derecho al agua potable y el saneamiento es un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos.” Por derecho humano al agua se entiende el derecho de toda persona, sin discriminación, a disponer de agua suficiente, segura, aceptable, accesible y asequible para uso personal y doméstico, y comprende el agua para el consumo, el saneamiento, la colada, la preparación de alimentos y la higiene personal y doméstica.
Los “motivos de discriminación” para que algunas personas resultan especialmente desfavorecidas en lo que respecta al acceso al agua son:
- el sexo y el género;
- la raza, la etnia, la religión, la condición de nacimiento, la casta, el idioma y la nacionalidad;
- la discapacidad, la edad y el estado de salud;
- la tenencia de bienes, el lugar de residencia, y la situación económica y social.
- Otros factores como la degradación del medio ambiente, el cambio climático, el crecimiento demográfico, los conflictos, los flujos de migración y los desplazamientos forzosos.
Para no dejar a nadie atrás, debemos concentrar nuestros esfuerzos en incluir a las personas que han sido marginadas o ignoradas. Los servicios de abastecimiento de agua deben satisfacer las necesidades de los grupos marginados y sus voces deben ser tenidas en cuenta en los procesos de adopción de decisiones. En los marcos normativos y jurídicos debe reconocerse el derecho de todos al agua, y debe proporcionarse financiación suficiente, de forma equitativa y efectiva, para los que más la necesitan.
Datos para destacar:
- Unos 2,1 millones de personas viven sin agua potable en sus hogares.
- Una de cada cuatro escuelas primarias en todo el mundo carece de abastecimiento de agua potable, y los alumnos consumen agua de fuentes no protegidas o pasan sed.
- Más de 700 niños menores de cinco años mueren todos los días de diarrea, a causa del agua insalubre o un saneamiento deficiente.
- El 80 por ciento de las personas del mundo que tienen que usar fuentes de agua no seguras o no protegidas vive en las zonas rurales.
- En ocho de cada diez hogares de los que carecen de agua, las mujeres y niñas son las encargadas de recoger el agua.
- Más de 800 mujeres mueren todos los días debido a complicaciones en el embarazo o en el parto.
- 68,5 millones de personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares tienen problemas para acceder al abastecimiento de agua potable.
- Aproximadamente 159 millones de personas recogen el agua potable de fuentes de agua superficial, como los estanques y arroyos.
- Unos 4000 millones de personas —casi dos tercios de la población mundial— padecen escasez grave de agua durante al menos un mes al año.
- 700 millones de personas en el mundo podrían verse forzadas a desplazarse debido a la escasez de agua de aquí a 2030.
- Los más ricos suelen recibir servicios de agua, saneamiento e higiene de calidad a un coste bajo o muy bajo, mientras que los más pobres pagan un precio mucho más alto por un servicio de igual o menor calidad.