Continúan los asesinatos de líderes, aún después de la «Velatón» Nacional en Colombia

Colombia, 8 de julio de 2018-.  Frank Dairo Rincón era docente de ciencias naturales en el Departamento del Huila.  Las miles de velas que se encendieron por los asesinatos de los líderes sociales en el país ya se apagaron. Pero con ellas no se fue el terror, desde Pitalito, Huila, lo recuerdan. En la noche del pasado sábado fue asesinado Frank Dairo Rincón, un líder de la región.

Rincón fue el coordinador de la campaña de Gustavo Petro en el municipio. Según voceros de la campaña de la Colombia Humana, fue ultimado cuando se encontraba en el centro de Pitalito a las seis de la tarde.

«Era al igual líder social en la región, una de nuestros grandes líderes de la zona, una persona muy pila y que le metió la ficha a la campaña. Había recibido una amenaza por trabajar en la campaña de Petro», aseguraron.

Las causas de la muerte de Rincón -quien era docente de ciencias naturales- no se han esclarecido. Según las primeras informaciones, habría sido herido de muerte por un sujeto. Una fuente de la zona le aseguró a SEMANA que Rincón recibió una puñalada con arma blanca cuando se encontraba en una peluquería.

El asesinato ocurrió después de que la Gobernación de Huila dijera que están trabajando en la protección de los líderes. “Hemos tenido unas alertas tempranas, en especial del Ministerio del Interior y de la Defensoría del Pueblo, y a través del Subcomité de Prevención hemos trabajado con todas las instituciones, hemos evaluado uno a uno los casos, en particular de defensores de derechos humanos para brindar inmediatamente toda la atención y apoyo en materia de seguridad”, aseguró Liliana Vásquez, secretaria departamental de Gobierno.

Desde la campaña de Gustavo Petro las alarmas están encendidas. El pasado miércoles fue asesinada Ana María Cortés en Cáceres, Antioquia, por un sujeto cuando se encontraba en un establecimiento público. El fiscal general, Néstor Humberto Martínez ha dicho que la organización de los Caparrapos, una disidencia del Clan del Golfo, la mató al creer que era informante. Al conocerse la noticia, Gustavo Petro aseguró que Cortés había sido amenazada por un comandante de la Policía de la región.

Desde el 2016 hasta el 30 de junio del 2018 se han contabilizado 311 asesinatos de líderes sociales. El Centro Nacional de Consultoría ha caracterizado los homicidos. El clamor desde Colombia y desde la comunidad internacional es que esta barbarie pare y que se encuentren a los responsables.

Fuente: Semana

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